El número de entidades de crédito cooperativas se reducirá a 18 mediante fusiones. Serán controlados por el organismo central de bancos cooperativos, que a su vez será propiedad al 99% de su nuevo accionista, el Estado.
Bruselas obliga además a desarrollar estrategias adecuadas de gestión de riesgos, de suscripción de créditos y de gestión de deudas. La gestión activa del gran número de préstamos no productivos, a través de un nuevo departamento especializado, es un elemento clave del plan. Asimismo, se nombrarán nuevos equipos de gestión.